Uno de los ejes en los que se basó la gran victoria del Movimiento Obrero se cimentó en la lucha por las ocho horas (¡dónde queda aquello!). Una lucha que supuso muchos mártires. Precisamente el 8 de Marzo (que no olvidemos es el día de la mujer trabajadora) se conmemora precisamente el martirio de unas cuantas luchadoras que se encerraron en una fábrica pidiendo una “reducción de la jornada” ¿Cuál fue la reacción de la Burguesía? Simplemente prender fuego a la fábrica con las trabajadoras dentro. Es la democracia de los burgueses.
El Movimiento Obrero siempre ha luchado por mejoras de las condiciones laborales y por mejoras de las condiciones sociales. Para lo cual ha tenido una gran arma: las asociaciones de trabajadores. Los trabajadores ejercían un derecho político negado por la burguesía. La asociación, la cooperación de clase. La necesidad de la existencia del derecho de asociación, la necesidad de la existencia de los sindicatos es esencial para el Movimiento Obrero. Podemos discutir si sus direcciones son esclavas del capital o si se han venido o no; pero si “negamos” su necesidad o su existencia estamos un flaco favor al Movimiento Obrero. Por esto la burguesía cuando su sistema entra en crisis siempre tiene el mismo objetivo: quebrar el asociacionismo; quebrar el sindicalismo de clase. Y en última instancia individualizar las relaciones sociales.
El capital individualiza al proletario, le convierte en ciudadano. Pero cuidado sólo para votar. Nos engañan y nos dicen que también tenemos un “capital humano” como trabajadores. Ahora bien, el proletariado es una mercancía, cosa que a veces olvidamos o nos hacen olvidar. Pero una mercancía especial, a la que se le puede inculcar una disciplina aunque a veces tenga que ser manu militari. Y dicha mercancía no tiene derecho a nada y menos al descanso…. Ya descansará al final de los días.